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Cómo acompañar a los niños ante la pérdida

Como adultos es nuestro deber acompañar a las niñas y niños en los procesos de pérdida de su día a día. Desde un cambio de casa o escuela, hasta la muerte de un ser querido, es indispensable que se sepan acompañados y sientan la confianza de acercarse a un adulto (mamá, papá, docente, etc.) que les ayude a comprender y sobrellevar lo que están sintiendo.

En este episodio de #DeprofesaMasters invitamos al Mtro. Jorge Ruiz (Pedagogo y Familiologo) para platicar sobre Tanatología infantil y los primeros pasos para aplicarla dentro y fuera del aula. ¡Que disfrutes la entrevista!

Cómo acompañar a los niños ante la pérdida


Adán: El día de hoy tenemos un tema que a mí me apasiona y sé que a Jorge también; estamos hablando de tanatología, en específico, de la tanatología infantil.

Para todos nuestros profes la vamos a encaminar a una tanatología educativa.

Pero antes que nada me gustaría que conectaras con toda nuestra audiencia y les dijeras ¿Qué es?


Jorge: La tanatología se considera como una de las ramas en las cuales se acompaña a las personas a través de una pérdida. Coloquialmente la solemos asociar a la muerte pero realmente aborda cualquier tipo de pérdida... desde que se cambia de casa, que se rompe con una amistad o con un noviazgo, hay un cambio en el esquema de vida, etcétera, y que por lo tanto, la persona tiene un vacío. El tanatólogo(a) le ayuda y acompaña para que poco a poco lo vaya sobrellevando.


Adán: Oye Jorge, tú hablas acerca de una pérdida y de que esa pérdida va acompañada de dolor, pero... ¿un niño experimenta este tipo de pérdidas?


Jorge: ¡Completamente! De hecho los niños desde que son bebés, empiezan a tener ese sentimiento. Va habiendo ciertas situaciones que provocan que sientan tristeza, enojo, confusión... y justamente es la etapa en que, si no hay nadie que los acompañe, pueden convertirse en heridas o en situaciones negativas que van a provocar adultos inseguros o confusos ante realidades como la muerte u otras situaciones.


Adán: ¿Quién puede acompañar en un proceso tanatológico a los niños?


Jorge: Aunque se ha usado coloquialmente como sinónimo de psicólogo -porque efectivamente tiene que ver con psicología- también el/la docente o los padres y madres de familia como tal, pueden desarrollar aspectos tanatológicos.

Inclusive me atrevería a decir tendrían que hacerlo como parte de su día a día, para poder acompañar a los niños ante estas situaciones y que puedan prevenir algunos duelos o momentos incómodos en ellos y sea más llevadero este impacto. Aunque se prevenga o se trate va a ser fuerte o doloroso... pero que pueda ser más hablado en la familia, que no sea un tabú y que ellos tengan la confianza de acercarse al adulto para externar lo que sienten.


Adán: Jorge para muchos profes, éste es su primer acercamiento con el término. Entonces, danos algunos tips o recomendaciones. ¿Qué rasgos podemos desarrollar los profes para convertirnos en unos Masters, que también nos preocupemos por el desarrollo integral del alumno? Porque la pérdida, como tú dices, es parte del día a día de nuestros alumnos. Entonces ¿Qué rasgos puede tener un tanatólogo educativo?


Jorge: Fíjate que el tanatólogo educativo tiene que apostar por esta pedagogía preventiva. En qué consiste: el docente, dentro de la educación socioemocional que ahora se nos está pidiendo que tengamos en el aula, debe abarcar sentimientos como el duelo o la tristeza.


A través de ejemplos tan sencillos como:

  • Que cuenten un cuento en donde hay algún muerto

  • Que escuchen canciones,

pero haya un acompañamiento: cómo te sientes, qué te hace reflejar en tu cuerpo, o qué te hace percibir en ti. Esto va haciendo que el alumno conecte con sus emociones, las nombre y pueda trabajarlas de manera más fácil.

Es algo tan sencillo que el maestro puede irlo integrando en las actividades para empezar bien el día, en el ejemplo de español, en educación artística, inclusive en educación física. Básicamente el docente de cualquier nivel educativo puede tener ciertos rasgos tanatológicos en su praxis educativa.


Adán: Algo que yo te comparto que he hecho con mis alumnos es evitar completamente las metáforas y los eufemismos que manejamos a través de la muerte como adultos. ¿Qué es lo que le decimos a un niño cuando alguien como un familiar o un ser querido, muere? -"Es que Dios ya se lo llevó" (independientemente de la creencia que tengan) o "Está dormidito"... son estos eufemismos que vamos dándole a los niños y que a final de cuentas los van confundiendo.


Jorge: Sí. O la típica frase "Es que tu abuelito se fue" pero si ya no le explicas más, puedes hacer que el niño tenga ansiedad de que cuando papá se vaya, a lo mejor ya no vuelve... porque abuelito jamás volvió.


Adán: O que genere coraje con esa persona que se fue, cuando el irse realmente no es una decisión que él haya tomado.


Jorge: O el típico "Es que está en el cielo"... y ahí va el niño a subirse al árbol para querer alcanzar al abuelito y se cae…


Adán: Entonces, para nosotros como profes y los padres y madres de familia ¿Cuál tendría que ser la manera de comunicar una pérdida? En este caso la muerte, por ejemplo.


Jorge: Yo pienso que lo primero es esta naturalidad de poder hablar de un tema que a final de cuentas es una realidad, es algo innegable. Que exista esa confianza y asertividad; poder tener con el niño un vínculo para que vaya descubriendo que, si bien, la muerte es algo que no podemos controlar y que obviamente a todos nos va a pasar, habrá formas o personas que nos pueden acompañar para que este dolor que sintamos no lo vivamos solos. Que hay otras herramientas o se pueden generar otros mecanismos para poderlo compartir y sobrellevarlo de la mejor manera.


Adán: Muy bien Jorge. Pues antes de despedirnos, me gustaría mucho que conectaras con todos nuestros profes a los cuales ya les llamó la atención la tanatología y ya se van a poner a investigar sobre esto. Invítalos por favor a que se acerquen a este mundo y conozcan los beneficios que van a encontrar al aplicarla con sus alumnos.


Jorge: Sí. Yo quiero invitar a todos nuestros colegas docentes porque, justamente cuando ellos descubran lo que es la tanatología, principalmente va a ser una ayuda para uno mismo como persona. Cuando vayamos comprendiendo qué es la pérdida -que también como adulto la vamos teniendo- podremos empatizar más fácilmente con nuestros alumnos y generar ciertas actividades o situaciones que puedan volver conscientes a todos de lo que se está llevando.

Ir generando esta comunidad que tanto buscamos en la educación, en dónde nos veamos como compañeros de vida y que también podamos acompañarnos en estas situaciones de pérdida, de muerte, que en este tiempo han tenido más auge.

Esa es la invitación, que todos se animen. No necesariamente tienen que ser psicólogos todos podemos tener esos principios tanatológicos que ayudan muchísimo y que se animen también a aterrizarlo al aula para que podamos hacerle un bien a nuestros niños.


Adán: Muchísimas gracias, Jorge, por traernos a la mesa un tema tan importante y tan actual también. Porque son tiempos en los que la pérdida ha sido parte del día a día. Gracias por preocuparte y tener esa sensibilidad.

¡Los seguimos invitando a aprender de estos temas! Que no seamos solo transmisores del conocimiento, sino que también desarrollamos estas habilidades integrales en el alumno, que son necesarias porque son parte de su vida.

 
Esta entrada del blog está basada en el Episodio 26 de nuestro podcast De profes a Masters; un espacio hecho por y para Maestros que buscan llevar su práctica educativa a otro nivel.

¿Qué estrategias has usado tú para hablar con las y los niños sobre pérdida y/o muerte?
¿Te gustaría aprender más acerca de Tanatología y su aplicación educativa? ¡Cuéntanos en los comentarios!


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